Revista Electrónica de Música Clásica
http://www.clavesmusicales.com/
Editor: Prof. Gabriel Blasberg
"Ayudamos a los Músicos a Concretar sus Proyectos"
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R. : Como comenzó su camino en la música?
Y. P. : Nací en Leningrado (originalmente San Petersburgo), Rusia. Mis padres eran ambos
pedagogos titulados.
Mi madre, parvularia, se encargó de sacar a los niños del lugar en el tiempo de la Segunda
Guerra Mundial, en que los fascistas alemanes bloquearon la ciudad de Leningrado. El camino a
nuestra ciudad por el hielo del Lago Ladoga fue bombardeado insistentemente pero logramos
salir y nos hospedamos en la ciudad de Ivanovo donde vivían mis abuelos maternos. Antes del
fin de la guerra mi padre (herido) fue dado de baja del ejército y quiso que yo tuviera una
herramienta para sobrevivir, enviándome a mis siete años a la escuela de música a estudiar el
acordeón.
Después de unos años, ya terminada la guerra, nos trasladamos a la región de Moscú a la
ciudad de Stupino, y allí continué mis estudios del instrumento. Mis profesores se percataron
de que tenía oído absoluto, talento para la música y un promisorio futuro en ella y creyeron
que era conveniente que estudiara piano.
Mi padre sólo quería que supiera acordeón para sobrevivir, pero no quería que fuera músico
profesional, por lo que rechazó pagar mis estudios. Debido a eso, me becaron para seguir
estudiando piano en la Escuela Profesional de Música y luego ingresar al Conservatorio de nombre
"Gnesini" (el famoso y prestigioso Conservatorio, fundado en el año 1895) en Moscú.
R. : Que lo atrajo hacia la composición?
Y. P. : En Stupino ya había comenzado a componer para expresar mi opinión y sentimientos,
y mi música logró tener bastante éxito, transmitiéndose en la radio local y dándome a conocer
en diversos periódicos. Por eso, cuando ingresé al Conservatorio me pareció más importante
estudiar directamente composición musical clásica y seguir piano sólo como un complemento.
En el Conservatorio Gnesini de Moscú tuve la suerte de estudiar con importantes
profesionales de la música, tales como Alexey Stepanov (armonнa), Henryc Litinsky y despues
Alexander Chugaiev (contrapunto), quien me presentó al Gran Maestro del siglo XX Dimitri
Shostakovich (1906-1975) del cual él había sido alumno. Aunque yo no estudié directamente
con Shostakovich, él fue patrocinador de mi tesis de grado en Composición en Gnesini y me
cuento hasta ahora como su eterno discípulo.
Como tenía que valerme por mí mismo en lo económico, ya que mi padre no podía costearme
los estudios y la beca que recibía no era suficiente, no pude rehusar una invitación a participar
como pianista en una Jazz Big Band que tocaba en restaurantes. En ese época en la Unión
Soviética el jazz era considerado un arte burgués y por lo tanto no era del agrado de las
autoridades. Sin embargo, había algunos lugares especiales para extranjeros y también
tocábamos en ellos.
Aunque al comienzo de mi formación yo tenía prejuicios sobre el jazz como música de "bajo
nivel", me di cuenta de que a través de su lenguaje se podía expresar una música de verdadera
inspiración, cosa que sostengo hasta hoy. Tengo una opinión y disposición diferente a cómo se
toca el jazz hoy día, en que la improvisación en una interpretación muchas veces se sale de
contexto. En mi opinión, la improvisación debe seguir la forma y el esquema armónico de un
tema dado y expresar el punto de vista, sentimientos y ánimo del intérprete al respecto.
En mi trabajo creativo puedo expresarme tanto en estilo "clásico-docto" como también en
estilo de jazz.
R. : Como influyó el régimen soviético en su vida personal y artística?
Y. P. : Es difícil de explicar brevemente esta influencia, por todo lo que representan - en la
formación cultural de una persona - tantos siglos de historia. De todos modos, cabe decir que
todas las artes en la Unión Soviética giraban en torno a los ideales políticos de la epoca,
aunque el nivel profesional era muy alto por las influencias de la Rusia Antigua y
parcialmente de Europa occidental.
Mi vida personal fue perturbada y me sentí permanentemente marginado porque los servicios
de inteligencia del estado me impedían desarrollar libremente mi vida y tener trascendencia
como musico profesional. En aquel entonces yo tenía relaciуn con personas extranjeras - algo
que estaba estrictamente prohibido, entre ellos una pianista chilena que había sido discípula
de Claudio Arrau. Ella, por estar casada con un diplomático, tuvo que dejar su carrera de
música, pero pese a eso pudo continuar relacionada con el ambiente musical y somos buenos
amigos hasta hoy día.
Al comenzar la "Perestroika" de Gorbachov la vigilancia sobre mi persona se minimizó y pude
participar con mi trabajo creativo en grandes empresas de radio y televisión y con importantes
orquestas, coros, cantantes y estrellas de la vida artística en la Unión Soviética. Como
calculaba que este "remanso" podía no durar mucho, aproveché la primera oportunidad que
tuve para emigrar a otro país.
R. : Por que Chile?
Y. P. : En el año 1991 cayó el régimen comunista en la Unión Soviética y, después de tantos
obstáculos, por primera vez me surgió la posibilidad de salir del país. Al mismo tiempo, llegó
a Moscú el Sr. James Holger (quien fue durante tiempo Embajador de Chile en la Federación
Rusa) y habiendo sostenido una larga amistad con él, me propuso viajar a Chile, otorgándome
la visa correspondiente y una carta de presentación. Aunque actualmente considero que Chile
no es el país más adecuado para desarrollar una carrera de músico profesional, yo no contaba
en ese momento con otras opciones, así que en 1992 emigré a esta nueva tierra.
R. : Que es el "Album Infantil"?
Y. P. : En mi relación con la Revista Electrónica "Claves Musicales" me contacté con Natalia
Cháneton Takács, que, además de su participación en la Revista, es profesora de piano,
clavecinista y se especializa en la docencia para niños. Considerando esto último, ella me
confidenció la carencia y necesidad de repertorio pedagógico contemporáneo: así fue que me
comprometí a crear algunas piezas, ofreciéndole un material docente-didáctico para alumnos
pequeños de piano. Al comenzar este trabajo tuve además la idea de realizar un ciclo de diez
piezas.
El Album Infantil es un ciclo que pretende musicalizar las vivencias de un niño en un día
de su vida. Pense en lo que siente un niño al despertar; al pensar o ver a su madre, a su padre,
a su abuelita; al jugar con su peluche antes de levantarse; al salir a jugar con los amigos o
amigas; al disputar con ellos un juguete; al conciliarse, al reposar observando la TV; al irse
nuevamente a dormir. Como lo indiqué, en un comienzo la idea era la creación de piezas para
la interpretación sólo en piano, pero se me ocurrió ampliar el ciclo agregando partituras para
la interpretación de otros instrumentos con la finalidad de que los niños escucharan la misma
música pero producida por ellos y también en otros estilos como por ejemplo el jazz.
Finalmente, concreté tambien la idea de arreglar esta música para orquesta sinfónica en forma
más desarrollada y ampliada. Así nació un proyecto de concierto didáctico para niños
incluyéndose una profesora que en la interpretación explica a los oyentes el contenido
correspondiente.
R. : Cuales son sus ideales pedagógicos? y cómo intenta ponerlos en práctica a través de
sus obras?
Y. P. : La formulaciуn de mis ideas pedagógicas es un tema demasiado extenso (a propósito,
cabe mencionar que me encuentro escribiendo un libro en el cual las desarrollo in extenso),
pero mi idea principal consiste en no sólo presentar el material a los alumnos, sino, a través de
un método, explicar la lógica de procedencia de tal o cual asunto, o sea: no sólo mostrar que
las cosas "son así", sino también "porqué" son así. En breve, para enseñar música se
requiere indicar el que, el como y el para que. Considero que es importante dar a conocer al
alumno la forma las obras (su estructura morfológica, su esquema armónico, etc.) para que el
alumno puede interpretarlas concientemente; no sólo con la técnica.